Según un informe de Leafly, la cantidad de puestos de trabajo vinculados con la industria legal del cannabis en Estados Unidos aumentaron un 32%, mientras que la economía en general de ese país se contrajo un 3,5%.
A pesar de un año marcado por la pandemia de Covid – 19, que decantó en un aumento del desempleo y una fuerte recesión económica a nivel mundial, la industria legal del cannabis agregó 77300 empleos a tiempo completo en los Estados Unidos en 2020. Un nuevo informe de la consultora de análisis Leafly junto con Whitney Economics indica que a nivel nacional se registraron 321 mil empleos, lo que implica un aumento del 32% respecto a las cifras del año anterior; mientras que en 2020 la economía cayó un 3,5%.
De esta manera, la industria de cannabis ocupa el séptimo lugar en generación de empleos en el país norteamericano. Los números presentados se basan en 37 de los 50 estados del país norteamericano, junto con el distrito de Columbia, donde el cannabis es legal tanto para uso recreativo como medicinal.
El estado que tuvo mayor crecimiento de empleo fue California, que sumó 23707 empleos durante 2020 y sus ventas treparon a 3.7 millones de dólares. En cuanto a ventas, Colorado se encuentra en segundo lugar, con 2.2 millones de dólares y la generación de 4338 nuevos trabajos. En tercer lugar se ubica Florida, con ventas de 1.2 millones de dólares y 14891 personas empleadas el año pasado.
El aumento de estas cifras en un contexto de contracción económica a nivel mundial tiene un vínculo estrecho con el crecimiento del mercado de cannabis. Desde 2017, la industria del cannabis en Estados Unidos tuvo un crecimiento promedio del 27,5% por año. En 2020, las ventas de productos de cannabis aumentaron un 71% respecto del año anterior, ascendiendo a los 18.3 millones de dólares.
El informe de Leafly atribuye la subida a aquellos clientes que se abastecieron durante el aislamiento. De hecho, las tiendas legales de marihuana notaron un significativo aumento de ventas en el mes de abril, donde se establecieron los mayores cierres. Esa tendencia creciente persistió durante todo el 2020.
A la suma de nuevos consumidores y pacientes, junto con nuevos estados que se suman a la industria y los avances de los pioneros, se le agrega el aumento en la compra promedio de los consumidores establecidos, que aumentaron su gasto mensual medio en un 33%.
Quizás uno de los motivos más determinantes para el crecimiento de las cifras de empleo es cómo la industria del cannabis supo explotar una de sus grandes limitaciones: el prohibicionismo. Al no poder operar por fuera de las fronteras estatales, debido a que la ley federal estadounidense aún considera al cannabis como una sustancia prohibida, el sector replicó trabajos intraestatales que, de haber regulaciones más laxas, podrían haber generado menor cantidad de empleos.
En Estados Unidos, el cannabis que se consume en un estado debe cultivarse en ese mismo lugar. Eso implica que se requiera una mayor cantidad de mano de obra que si se cultivara en algunos estados y luego se comercializara a aquellos lugares donde el cannabis es legal, ya que para las mismas tareas se necesitan más trabajadores.
Es muy interesante la comparación entre los empleos generados por la industria cannábica y otras fuentes de trabajo. Según datos proporcionados por la Oficina de Estadísticas Laborales de Estados Unidos, la cantidad de personas empleadas en el sector legal del cannabis casi duplica a los trabajadores de la industria minera, y se impone también al número de estadounidenses que trabajan en laboratorios médicos o de diagnóstico.