En una industria que se caracteriza por tener mayor presencia de mujeres que el promedio en otros sectores, es más que interesante conocer la experiencia de quienes cotidianamente impulsan al sector del cannabis. A cargo de la Distribuidora 1422, Graciela Jara Sánchez está convencida de que las mujeres están para mucho más que microemprendimientos cannábicos. Su tarea diaria lo demuestra.
Graciela Jara Sánchez se encuentra actualmente a cargo de la Distribuidora 1422, un proyecto que lleva más de 15 años ofreciendo productos a tabaquerías, rockerías, tattoo shops y grow shops de Argentina y Brasil. Junto con Leandro Ayala, creador del emprendimiento y fundador de la Confederación Cannábica Argentina, Graciela lleva adelante las actividades cotidianas como las ventas o los contactos con proveedores.
En un contexto en el que las mujeres pisan cada vez más fuerte dentro de la industria y el mercado del cannabis, dialogamos con Jara Sánchez sobre su trabajo y la impronta femenina dentro de este rubro.
Las mujeres representan a nivel global el 36% de los ejecutivos en el mercado cannábico, superando el promedio de mujeres en cargos ejecutivos en otros sectores, que se calcula en un 22%, según un informe de Marijuana Business Daily. “Antes a las mujeres no se las tenía en cuenta al momento de manejar un negocio. Eso está cambiando. En la distribuidora somos casi todas mujeres las que trabajamos. Nos llegan los pedidos online y los controlamos para que salgan lo antes posible”, dijo Jara Sánchez.
Asimismo, expresó: “cada vez más veo en la industria que hay igualdad de género. Hay algunos pocos con posiciones machistas” y aseguró que “la mirada femenina dentro del mundo del cannabis va a ser cada vez más amplia”.
Graciela Jara Sánchez asegura que en el trabajo cotidiano de la distribuidora “estamos a la par todas. La persona que compra sabe que somos casi todas mujeres. No sé si hay otra distribuidora que esté conformada por tantas mujeres”.
En cuanto al futuro, Jara Sánchez considera que “las mujeres vamos a arrasar. Siempre digo que las mujeres vamos a dominar el mundo porque nosotras estamos abocadas a trabajar”. Cuenta que una de sus amigas hace comidas cannábicas y que su hija hace brownies cannábicos, que “vende bastante bien”. Y, a su vez, afirmó: “Las mujeres estamos para mucho más que eso”.
Respecto a cómo observa la impronta femenina en los acontecimientos de los últimos años en vínculo con el cannabis, resalta el rol de las maternidades. “Las madres en general apoyamos a los hijos que quieren cultivar, o que tienen a sus hijos enfermos y necesitan aceite de cannabis, arriesgan todo para que a sus hijos no les falte”, sostuvo con relación a la lucha que vienen llevando las ONGs para ampliar el espectro de enfermedades que contempla la ley actual de cannabis medicinal.
“El cannabis es una planta muy buena medicinalmente, creo que es fantástica. En esta industria hay mucho para hacer en lo medicinal”, dijo Jara Sánchez sobre este aspecto.
A su vez, con relación a su trabajo en 1422, observó que “cada vez tenemos más ventas de fertilizantes y tierras, por lo que veo que en la industria está teniendo una presencia fuerte el cultivo”. Y expresó acerca de las dificultades actuales para el autocultivo que “es una lástima que no se puedan conseguir semillas para comprar y cultivar libremente. Creo que falta más información de cómo cultivar, para qué sirve cada semilla”.
En una industria que, desde su nacimiento, ha incorporado a una cantidad significativa de mujeres en posiciones de liderazgo, el caso de Graciela Jara Sánchez es prometedor para replicar en nuevos emprendimientos cannábicos.