La provincia cuyana apuesta a la producción de cannabis medicinal y se encamina a garantizar las condiciones para comenzar a cultivar en septiembre. Hay mucha expectativa sobre la creación de empleos, donde se estiman 16 personas por hectárea, y los desarrollos empresariales.
En la provincia de Mendoza, proyectan crear un jardín de cannabis de 40 hectáreas en total funcionamiento para el 2023, más precisamente en el Departamento de Santa Rosa. Estiman que, en cinco meses, podrían comenzar la siembra de conseguir los permisos necesarios y las habilitaciones brindadas por la autoridad de aplicación de la ley de cannabis medicinal provincial, el Ministerio de Economía mendocino. En tanto, otros departamentos de la provincia cuyana buscan formar parte de un polo cannábico mendocino: San Martín, Rivadavia, San Carlos, La Paz y General Alvear.
La ley de cannabis medicinal de Mendoza fue reglamentada en el mes de marzo y creó un marco para el autocultivo y para la producción pública y privada. Este último sector tuvo un gran interés en invertir, de hecho desde la formulación del proyecto de ley provincial, se conformó inmediatamente la Cámara de Empresarios de Cannabis Mendoza (CECaM), que ya cuenta con 50 productores y empresarios integrantes.
La CECaM promueve la investigación, desarrollo y expansión de la industria del cannabis en la provincia. El interés de la sociedad por el tema es tal que la Cámara tenía previsto un evento llamado “Cannabis medicinal: nuevas oportunidades, más trabajo” en un auditorio y debieron postergarlo para el próximo 6 de mayo, cambiando la modalidad presencial por el streaming, debido a que recibieron más de 600 inscripciones. Para el evento reprogramado se pueden inscribir todas aquellas personas que estén interesadas en el mundo cannábico.
Desde la Cámara fomentan el tema y afirman que la producción de cannabis puede multiplicar ocho veces los puestos de trabajo generados, con 16 empleos por hectárea en lugar del promedio de trabajadores histórico del sector agroindustrial, que es de 1,4 por hectárea.
Una de las grandes ideas que se encuentran atravesando el interés por el cannabis de estos empresarios tiene que ver con la matriz productiva mendocina y la necesidad de diversificarla, ya que muchos de ellos provienen del sector vitivinícola. Entre los beneficios que observan para el cannabis, sostienen que las condiciones de producción son menos riesgosas que en la industria vitivinícola.
A su vez, en términos climáticos la provincia cuenta con muchas horas de sol y baja humedad; junto con que los ciclos de cultivo del cannabis evitan las épocas de heladas si se cultivan a campo abierto. Perciben que uno de los costos más importantes que podrían tener es el de las mallas o coberturas para granizo.
Con un fuerte hincapié en los beneficios económicos y el objetivo de diversificar la matriz productiva de la provincia, junto con el interés social por el tema y empresarios que buscan abrir camino para el desarrollo de la industria, el cannabis en Mendoza avanza y se posiciona como una alternativa de producción promisoria.