Las asociaciones agrícolas denuncian la clasificación del CBD como sustancia narcótica y exigen la libre circulación del cáñamo en Italia.
Los agricultores y asociaciones italianos han presentado una petición formal al Parlamento Europeo para que suspenda las medidas que prohíben la producción y el comercio de cáñamo industrial en Italia, tras la decisión del gobierno de Giorgia Meloni de clasificar al CBD como una sustancia estupefaciente. Esta acción contradice una decisión del Tribunal de Justicia de la Unión Europea en 2020 que dictaminó lo contrario.
El sector del cáñamo, que emplea a 15,000 personas y genera 500 millones de euros al año, se encuentra bajo amenaza debido a la nueva normativa. Varias organizaciones agrícolas como Confagricoltura, CIA y Cannabis Sativa Italia, junto con la Asociación Europea del Cáñamo Industrial (EIHA), se han unido para denunciar la violación de las normas europeas, en particular la libre circulación de mercancías.
Eurodiputados como Cristina Guarda han mostrado su apoyo al sector, criticando la “propaganda moralista” del gobierno. Ahora, la Comisión de Peticiones del Parlamento Europeo decidirá sobre la admisibilidad de la petición y podría abrir un diálogo con la Comisión Europea.