Bob Marley, máximo exponente de la música reggae a nivel mundial, falleció el 11 de mayo de 1981 y dejó un legado notable vinculado a la visibilización de la planta y a la lucha por su legalización en tiempos de fuerte prohibicionismo. Los puntos fundamentales convierten a los rastafaris, su relación con el cannabis y el reggae en un triángulo indestructible, símbolo de un movimiento cultural que perdura en el tiempo. Qué sucede con la legislación en Jamaica.
A 40 años de la muerte de Bob Marley, exponente del reggae a nivel mundial y relacionado usualmente con la marihuana, es interesante ver lo que ocurre con el uso espiritual de la planta. Es claro que el cannabis es mucho más que una planta con innumerables virtudes a nivel terapéutico y productivo. El cannabis atraviesa la conformación de diversas culturas y costumbres que se construyeron en torno a su uso. El cannabis es una planta sagrada. Así lo conciben quienes lo incorporan a los ritos religiosos y experimentan con él una conexión mística.
En Jamaica, el rastafarismo utiliza al cannabis como una forma de limpiar el cuerpo, la mente y el alma; a su vez, resaltar la conciencia crítica del mundo a través de la meditación. Pero además, representa la conexión con Jah (Dios). Este movimiento incorpora varias vertientes que lo hacen único: partes de la cultura judeocristiana son elementos que se amalgaman con la conciencia de la historia negra.
Los rastas también llaman a la marihuana “the healing of the nation”, la cura de la Nación, o “wisdom weed”, la yerba de la sabiduría, ya que quien la consume y medita se encuentra con verdades escondidas que se revelan y con un camino a la sabiduría. La conciben como una creación de Dios e incluso sostienen que en apartados del Génesis o de los Salmos bíblicos se encuentran referencias a la hierba sagrada.
El surgimiento del reggae, entre los 60 y 70, se encuentra en un contexto de fuerte represión a los rastafaris por parte del gobierno jamaiquino. En el país caribeño, la planta se encontraba prohibida desde 1913, a través de la élite blanca y evangelistas. En 1963, la represión contra los rastafaris tuvo un capítulo de extrema criminalización y violencia, en lo que se llamó la Masacre de Coral Gardens, donde impusieron penas de cárcel a más de 400 personas que tenían pequeñas cantidades de cannabis para uso personal.
El reggae fue un gran camino que encontraron los rastafaris para canalizar sus demandas por la legalización del cannabis en sus diferentes usos, para denunciar la represión policial a los consumidores y el tráfico ilegal. Bob Marley fue la cara más visible de un movimiento cultural y religioso que, desde la subalternidad, comenzó a erigirse para desestigmatizar la planta de cannabis en tiempos de prohibición y para reivindicar su uso religioso. En su canción “Kaya”, Marley utiliza el concepto de Irie, que condensa el sentimiento de conexión espiritual y bienestar que se encuentra al fumar marihuana.
Ahora bien, ¿qué sucede con la situación del cannabis en Jamaica actualmente? Recién en 2015, 102 años después de su prohibición, el gobierno jamaiquino modificó la Ley de Sustancias Peligrosas y autorizó el cultivo de hasta cinco plantas de cannabis para uso personal. En el caso de los rastafaris, quienes sean mayores de edad pueden solicitar un permiso de cultivo para fines religiosos. Por otra parte, en lo referente a la regulación de la industria del cannabis medicinal y del cáñamo, así como la investigación científica, se conformó una Autoridad de Permisos del Cannabis. Sin embargo, se permite el cultivo en pequeñas cantidades, no así a gran escala.